Tapa del Libro

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martes, 16 de agosto de 2011

Mi Libro

     Este libro trata sobre la historia social del pueblo de Bernal, más específicamente de su institución civil mas antigua, El Círculo Católico Obreros de Bernal, durante las primeras décadas del Siglo XX. El Círculo de Bernal fue fundado en el año 1903, inspirado en las propuestas de la encíclica del Papa León XIII denominada “Rerum Novarum” a fines del Siglo XIX. Dicha encíclica fundara la corriente del catolicismo social en todo el mundo, teniendo notable influencia en la Argentina.

      Este trabajo pretende mostrar desde la historia social de base los primeros pasos de cómo los inmigrantes que llegaron a Bernal se asociaron a través del socorro mutuo, y desde esa organización social supieron plantear un proyecto político que les permitió afrontar los desafíos que le planteaba su nueva Patria. Una de las primeras figuras que se destacara será Don Agustín Pedemonte, el primer presidente del Círculo. El representara mejor que nadie al inmigrante italiano que llegara con un sueño y que al final de su vida lo vera realizado, dejando un camino abierto para que otros entiendan su legado y prosigan su obra. Desde la solidaridad de trabajar por el otro, Pedemonte llegara con el respaldo vecinal a ser representante político, y ocupara una banca de concejal, que dará testimonio de lucha a favor de la transparencia electoral en el año 1907-1908, momento en que debatirá duramente con los conservadores, dueños del poder municipal y del país por aquel entonces. Estos le negaran integrar la estratégica Comisión de Padrones Electorales por ser nacido en el extranjero. En este sentido, las prácticas sociales y políticas llevadas adelante por los socios del Círculo en consonancia con las propuestas de la Rerum Novarum, protección estatal a los mas vulnerables, alianza de clases a través de acuerdos entre patrones y obreros, formación de sindicatos, confluirán en un movimiento mas amplio que se complementara con los discursos provenientes de los dos movimientos populares mas importantes que tuvo la Argentina en el Siglo XX, el radicalismo y el peronismo.



    Cada pueblo es dueño de una historia, y por lo tanto de una identidad que siempre debe ser redescubierta por las nuevas generaciones con el fin de generar en sus miembros nuevos sentidos de pertinencia comunitaria. Los historiadores tienen ciertamente esa misión de revelar lo que estaba oculto. Las huellas del pasado están diseminadas por todos los rincones del pueblo, y se representan en calles, plazas, monumentos, fiestas religiosas, etc. Bernal, el pueblo devoto de la Virgen De La Guarda, ubicado a la altura del Km. 17,10 al sur de la Provincia de Buenos Aires, atesora un puente de la memoria en torno a una “tradición espiritual y popular” que se da en el mes de septiembre, y que se expresa en dos grandes celebraciones, la peregrinación de la Virgen De La Guarda, y sus fogones que congregan a miles de personas. Son jornadas de jubilo en el cual el presente del pueblo se detiene, y se reencuentra en el tradicional homenaje a la Virgen con aquellos que forjaron el destino de este pueblo. Será Don Agustín Pedemonte aquel que donara las tierras para levantar la Iglesia Nuestra Señora De La Guarda, junto a la congregación salesiana. Don Agustín será desde pequeño devoto de la Virgen De La Guarda, en su Genova natal, y siempre en todos los momentos difíciles su inquebrantable fe cristiana lo ayudara a vencer todas las barreras. Quizás la fiebre amarilla que se llevo miles de muertos durante la presidencia de D. F. Sarmiento será unos de los momentos mas difíciles que atravesó, y su devoción por la Virgen lo ayudo a superar la enfermedad, y  según consta en sus Memorias fue ahí donde prometió ese Santuario concretado en Bernal. 


    Este trabajo parte de una hipótesis central que busca entender que la historia guarda significados para el presente que vivimos, por eso consideramos que “el pueblo de Bernal es un sujeto histórico que se constituye como tal a partir de una conciencia o tradición democrática a la que llamamos De La Guarda, y que su permanencia en el tiempo se debe a determinadas creencias y valores que sostuvieron instituciones como el Círculo Católico Obreros de Bernal”.
       De esa hipótesis se desglosan dos términos que en caso de Bernal se complementan: democracia y tradición. La democracia es el gobierno del pueblo, y es ejercida por ciudadanos que tienen derechos y obligaciones instituidos por la Constitución Nacional, y garantizados políticamente por el Estado. Para consolidar esa democracia no solo deben estar reglamentados jurídicamente los derechos políticos, económicos y sociales, sino que la misma democracia debe ser una forma de vida, una práctica, una identidad cultural que debe insertarse en la vivencia de los ciudadanos, en la familia, en el barrio, en la ciudad, en el trabajo, etc. El sociólogo Jurgen Habermas denomina a esta identidad el mundo de lo vivido, y en el caso de Bernal es lo que denominamos como la tradición De La Guarda. Los fundadores de este pueblo que crearon instituciones como el Círculo de Bernal forjaron esa simbosis de democracia comunitaria, que termina siendo a la luz de las futuras generaciones una tradición de valores basada en la libertad y en la igualdad, junto al componente espiritual de la Fe.  

     La tradición De La Guarda supo desarrollar un componente identitario, un nosotros, los bernalenses, que se inscribe dentro del concepto sociológico de comunidad, y es la contra cara o antitesis del concepto de sociedad o gran ciudad.  Max Weber junto a Federic Tonnes o Emilio Durkeim fueron los pioneros en describir esta antitesis o divorcio entre actores sociales y sistema como forma de comprender la evolución de la sociedad de su tiempo a fines del siglo XIX y principios del XX. Por un lado sostenían que en el espacio comunitario se construye la identidad del individuo, en base a los lazos de familia, de vecindad, de amistad, de espíritu religioso, mientras que a partir del desarrollo de la sociedad industrial avanzó el individualismo, la desunión, la competencia, los aparatos burocráticos, etc. A partir de esto Weber señala que el hombre moderno esta atrapado en una jaula de hierro, sin autonomía, y sin poder de decisión frente a un mundo ya programado con anterioridad a su existencia. Estas teorías fueron retomadas en el presente por sociólogos como Jurgen Habermas o Andre Gortz. En este sentido, Habermas como se anticipo denomina a lo comunitario el “mundo de lo vivido“, y lo considera el espacio donde siempre el hombre pudo decidir y discutir democráticamente junto a otros su propio destino. Señala que del mundo comunitario de debate y de participación se pudo construir el actual Estado de Bienestar en Europa, y que el peligro actual es la colonización del mundo de lo vivido por parte de las ideologías neoliberales que apuestan al mercado y a un Estado al servicio de los grandes capitales. Por su parte, Gortz, nos habla de dos esferas, la esfera de la libertad, y la esfera de la necesidad. La primera es el espacio de los sectores populares, el lugar donde los hombres hacen su propia historia, es el mundo de lo vivido de Habermas, pero Gortz nos habla de una  “comunidad de vida y de trabajo“, mientras que la esfera de la necesidad esta representado por las estructuras económicas y estatales impuestas a los hombres. El pueblo de Bernal y sus instituciones como el Círculo Católico de Obreros se reconoce como tal en ese mundo comunitario de lo vivido, en esa comunidad de vida y de trabajo, y la tradición De La Guarda se transforma en un sujeto social en movimiento con un pasado, un presente, y un futuro que adquiere importancia creciente frente a los pensamientos individualistas y desintegradores del lazo social comunitario por los cuales se reproduce la sociedad de nuestro tiempo.  
BOINAS BLANCAS.     

    Sancionada la Ley Saenz Peña en 1912, y una vez que el radicalismo llega al poder en 1916, la militancia radical de Bernal saldrá en gran parte de las filas del Círculo de Obreros que por estatuto era una institución no partidaria. Hombres como Francisco Fressone, o Carlos Bo, saldrán del Círculo y se convertirán en concejales del partido de Alem. Fressone llegaría a ser Presidente del Concejo Deliberante.

EL (Pre) PERONISMO.

     Con el golpe militar de 1930 que termina con la experiencia de democracia radical, la militancia política entra en una gris, y recobra fuerza el trabajo en el ámbito gremial, y el Circulo junto a otras instituciones cristianas, constituirán a mediados del década del treinta la Sociedad de Mejoramiento Obreros Hilanderos de Bernal, una entidad gremial que buscaba competir por la lealtad de los obreros en su disputa con los comunistas y socialistas. De esa asociación nacerán muchos dirigentes gremiales que acompañaran la formación del justicialismo.

EL LEGADO.

     Don Agustín Pedemonte represento mejor que nadie a ese inmigrantes italiano que con Fe, y voluntad de trabajo busco un país para todos, los datos históricos son testimonio de ello, y dejo un legado que las futuras generaciones debemos saber interpretar como guía de nuestras futuras acciones a favor de la democracia, la libertad y la igualdad.

La Familia Pedemonte en la casa solariega de Bernal:
en el centro Don Agustín, Doña María y el Padre Luis
con sus hermanos Palmiro, Arturo, Rosa , Catalina y
Gotardo. Foto de 1900.

2 comentarios:

  1. Que bueno ver un proyecto realizado!!!!!!!!
    Aguante el arte.
    Pero todavia sigo buscando el buscapolo en uriburu 159..........
    Te quiero mucho!!!!!!!!!!
    Edu

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  2. Hola Alejandro! Dónde se puede conseguir tu libro? Soy el nuevo párroco de La Guardia de Bernal. Llegué hace un año, o mejor dicho volví después de mucho tiempo, porque soy de la zona pero los últimos años los pasé en la Patagonia...

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