La sanción de la Ley Saenz Peña en 1912 había sido la consecuencia de la lucha de todo un pueblo liderada por el radicalismo de Alem y de Yrigoyen contra el fraude electoral y la corrupción de los conservadores. Esas luchas por los derechos políticos de votar y de participar consagrados en la constitución nacional también se dieron a nivel local. En Bernal la Unión Local consagro a Don Agustin Pedemonte como concejal en el año 1909, y luego termino siendo discriminado por ser extranjero para integrar la estratégica Comisión de Padrones en el Concejo Deliberante. Luego en Quilmes la Unión Vecinal en las elecciones de 1910 encabezada entre otros por el radical Rodolfo A. López y por el socialista Francisco Cuneo se opondrán al partido oficialista sin éxito y padecerán vuelco de urnas y expulsión de fiscales. Pero con la victoria de Hipólito Yrigoyen en 1916 y luego con la elección de autoridades locales en 1918, la democracia política comenzaba a surcar su propio camino, sin embargo, la creciente industrialización que vivía el país, la inmigración que traerá dirigentes con conciencia de clase, y las condiciones de explotación en que vivían los obreros generaba un clima de fuerte conflictividad social que no se resolvería de manera pacifica sino de manera violenta, siendo emblemáticas las jornadas como la Semana Trágica (1919), o la represión a los peones de la Patagonia Rebelde (1921).
Es en este contexto de luchas políticas y sociales que los sectores católicos comenzaran a preocuparse ya desde fines del Siglo XIX por las condiciones de vida de los obreros, por la falta de legislación social, y por la creciente influencia de los socialistas, comunistas y anarquistas sobre el mundo proletario. La comunidad cristiana de Bernal será parte de esa preocupación social siendo el Círculo Católico de Obreros de Bernal una de las instituciones protagonistas quien no solo desplegara su actividad brindando los servicios de mutualidad y de actividades recreativas a sus asociados desde 1903, sino que en el plano político de las ideas se encargara de difundir la Doctrina Social de la Iglesia Católica a los fines de lograr la lealtad de los obreros. La sección encargada de llevar adelante esta última tarea será la Comisión de Propaganda, y lo implementaría a través de dos mecanismos, la prensa escrita a través del diario La Unión, y las llamadas Conferencias Populares donde los católicos debatían con los socialistas.
En ese momento la doctrina social se condensaba en la encíclica rerum novarum (1891) del Papa León XIII, la misma promovía una alianza de clases, y no una lucha de clases como argumentaban los sectores de izquierda. Señalaba los efectos catastróficos del avance capitalista sobre los trabajadores, pero también cuestionaba la solución socialista como ser la disolución de la propiedad privada. La forma de plasmar ese proyecto era entre otras medidas crear sindicatos de raíz cristiana, y un Estado cerca de los más pobres y garante de los acuerdos entre patrones y obreros.
Así como los socialistas a nivel nacional tenían los periódicos La Protesta o La Vanguardia, y a nivel local El Ariete dirigido por Eduardo Cuneo quien será legislador nacional, la Federación de Círculos Católicos de Obreros tendrá el periódico El Pueblo, y a nivel local el Círculo de Obreros tendrá La Unión. Este diario será fundado el 15 de mayo de 1912, aniversario de la encíclica rerum novarum. Sus primeros fundadores serán el P. Nicolas Esandi, director espiritual del Círculo, y Santiago Ucello, director y administrador del periódico.
En uno de los ejemplares de La Unión del año 1920 se desprende determinados ejes temáticos que serán recurrentes en sus distintas ediciones. Las fechas patrias, las bondades de la doctrina social, y la crítica a los comunistas y/o socialistas. Según los columnistas de La Unión, la patria era algo mas que “la magnifica herencia de nuestros padres”; representaba el elemento sobrenatural, cargado de espiritualidad, “patria es una gran familia, cuyo origen no es humano, descansa en la Providencia”. En este sentido rescata la figura religiosa de Manuel Belgrano, destacando su trayectoria pública y militar, y sus consideraciones sobre la importancia del cristianismo, “me consuela el convencimiento de que nuestra revolución es obra de Dios”.
Propaganda de una Conferencia del Circulo sobre la doctrina social de la Iglesia.
Complementariamente a la asociación entre valores religiosos y patrios, se darán los duros ataques al enemigo ateo, que por aquel entonces celebrara la formación del primer estado comunista del mundo a partir de la revolución Rusa de 1917. El titulo de la columna es “el ensayo maximalista” en el cual se comenta una visita a Petrogrado por parte de un periodista con el siguiente panorama; “Petrogrado es un siniestro lugar de mendigos, donde la gente cubierta de andrajos espera algo para comer”; “Lenin y los suyos destruyeron todo, el bolchevikismo es el mas completo absolutismo, el antiparlamentarismo, el monarca se llama proletariado”. El articulo señala las consecuencias negativas de terminar con la propiedad privada, y anticipara el gran problema que tuvo en la práctica el sistema comunista ruso, nadie era responsable de su destino individual, y todos los hombres quedarían sujetos a los dictados de la burocracia estatal; “Lenin dio todas las tierras al campesinado, les dijo que eran suyas, pero pertenecen al Estado, por eso el campesinado produce solo para su familia, esto explica que reine el hambre en las ciudades”. Casi como una paradoja del destino en nuestro presente los países que aún mantienen sistemas comunistas como Cuba, China o Vietnam del Norte, saben que su supervivencia pasa por volver más eficiente su sistema económico, y vinculan el estimulo salarial individual con los resultados de mayor producción. En estos tiempos en Vietnam del Norte se determino como una de las conclusiones mas trascendentes que la economía mercantil no es un atributo exclusivo del capitalismo, sino una conquista de la humanidad y elemento necesario en la transición al socialismo.
En otro articulo el diario La Unión ironiza al régimen comunista bajo el titulo “Las delicias del Soviet Ruso” en torno a un decreto del gobierno ruso donde se promulga que el matrimonio es gratuito y no ocasiona gastos alguno, ya que la canasta de regalo que brinda al estado abarca una cama, sabanas, y una batería de cocina. El comentario irónico se dará en torna a si en esas tierras existen los ingredientes para el puchero. Son los tiempos en que Lenin lanza en 1921 la Nueva Política Económica (NEP), precisamente por la escasez de alimentos, volviendo a fomentar la pequeña y mediana propiedad privada de los agricultores, bajo el slogans que lanzó para justificar estas medidas “un paso atrás para dar dos hacia adelante”. Por ultimo, otro articulo bajo la columna “el enemigo avanza” deja bien en claro que solo con educación religiosa puede salvarse al mundo no solo de la anarquía, del socialismo o del comunismo, sino también del liberalismo sectario, todas corrientes que se unen por una misma filosofía materialista que pretenden negar a Dios. Considera que los gobiernos materialistas y ateos de América no podrán detener la extensión del comunismo, “las armas nada pueden hacer contra esa fuerza que los amenaza”, y señala que las ideas no se combaten con la fuerza ni con sangre sino con “ideas contrarias, con razones y hechos comprobatorios y con reformas radicales en la educación de los pueblos”.
Por su parte, las Conferencias Populares de debate con los socialistas se darán en la esquina más importante del pueblo de Bernal, 9 de Julio y San Martín. Los socialistas de Bernal se ubicaran fundamentalmente en el barrio de Villa Cramer, el barrio de la fábrica Papelera Argentina ubicado sobre la calle Espora. El complejo papelero textil abarcaba toda la zona sur Bernal, Quilmes y Berazategui, siendo la presencia sindical socialista y comunista muy fuerte. Entre los temas a debatir estaban la educación, el rol de las mujeres, la legislación social, etc. Estos debates serían impulsados por la misma Federación de Círculos de la Argentina a través de su comisión de propaganda en los distintos barrios de Buenos Aires, y a través de los más de ochenta Círculos de todo el país. Muchas de esas conferencias que tendrán la finalidad difundir la doctrina social católica se darán también dentro del salón del mismo Círculo junto a representaciones teatrales, algunos de sus temas son bien demostrativos; “Antecedentes de la Encíclica Rerum Novarum”; “Conversión de un socialista”; “El hijo perdido”; “Socialismo y Catolicismo”, etc.
Una de esas Conferencias a cargo de los socialistas, fue registrado por el diario La Unión en marzo de 1928, el orador será Jacinto Oddone en ese entonces diputado nacional, como lo había sido el camarada electricista Eduardo Cuneo, trabajador de la Celulosa Argentina primera industria de Bernal. El artículo transcribe las palabras iníciales del orador “habrán de quedar aniquiladas las mentiras y calumnias de los oradores católicos”. Luego el cronista del diario afirma “no estaban allí los católicos militantes, pero había un regular número de personas inteligentes y sensatas que habían oído a los oradores católicos y querían oír la tantas veces prometida replica socialista. El tema controvertido se refería a la educación”. Luego el cronista critica las palabras de Oddone cuando este señala “no me explico como el elemento cristiano no da sus votos en las elecciones al partido socialista, habiendo dicho Cristo que es mas fácil que un camello pase por el ojo de una aguja y no que los ricos entren en el reino de los cielos”. El cronista de La Unión sigue con sus criticas al diputado Oddone, y finaliza diciendo “los oradores católicos quedan triunfando en el ring levantado para las luchas del pensamiento en la calle San Martín y 9 de Julio; ¡Salud a los vencedores del certamen!”. En Julio del mismo año el diario El Pueblo emitido por la Federación de Círculos cubrirá otra conferencia desarrollada en la misma esquina céntrica de Bernal. Hablara de la extensa y documentada conferencia del Sr. Carlos Conci (tipógrafo) quien sucedería años atrás a Monseñor de Andrea como Presidente de la Federación de Círculos Obreros Católicos de la Argentina.
La batalla por las ideas, la discusión, y el debate, el avance de los derechos políticos y sociales lamentablemente se interrumpió a partir del golpe militar de septiembre de 1930. Pasada la década infame del fraude y de la corrupción, el peronismo de los años cuarenta será una síntesis de muchas de esas propuestas que católicos y socialistas proponían en sus acalorados debates. La encíclica rerum novarum será parte esencial de los discursos de Perón, y las leyes obreras promovidas por radicales, católicos y socialistas verán concretarse como nunca antes al llegar el justicialismo al poder. Finalmente aquellos diarios y aquellos debates dados en Bernal, tienen un significado para este presente que vivimos, la de haber sido las semillas originarias de la democracia nacional y popular que hoy debemos consolidar.
Este sera un espacio de divulgación historica. Uno de los temas destacados sera la historia social del pueblo de Bernal, más específicamente de su institución civil mas antigua, El Círculo Católico Obreros de Bernal. El mismo fue fundado en el año 1903, inspirado en las propuestas de la encíclica del Papa León XIII denominada “Rerum Novarum” a fines del Siglo XIX. Dicha encíclica fundara la corriente del catolicismo social en todo el mundo, teniendo notable influencia en la Argentina.
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