Tapa del Libro

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martes, 27 de septiembre de 2011

PRÓLOGO. DEMOCRACIA Y TRADICION. POR CHALO AGNELLI.

Un estudio social de la historia del período que llamo “la tercera fundación de Quilmes” (1852) requiere atender cuatro variables: 1ª.- preeminencia económica agropecuaria, 2ª.- institucionalización, 3ª sistematización urbana y 4ª.- estructuración y dinámica demográfica.
Preeminencia económica agropecuaria: los primeros historiadores muestran que a partir de 1840, con la redistribución de chacras y solares por Juan Bautista Otamendi, la industria ganadera se aleja hacia el sur y al oeste y comienza el predominio de las materias primas de origen vegetal a través del cultivo: hortalizas, cereales, producción frutícola, viñedos, mimbre y derivados.
Institucionalización: la escisión del partido de Barracas al Sur y la creación de un nuevo juzgado de paz con municipales electos, disparó un incesante proceso institucional que diseñó un espacio público según un modelo de “progreso”, idea fuerza de un alcance filosófico e ideológico.
Sistematización urbana: con los elementos de desarrollo mencionados que resultan concomitantes, se generan mejoras en la calidad de vida medioambiental que abren las puertas para nuevos grupos humanos que se establecen en los núcleos sociales urbanos en crecimiento.
Estructuración y dinámica demográfica: el arribo, después de 1850, de una inmigración calificada, seguida de nuevas y más numerosas avanzadas poblacionales en décadas posteriores, las que completaron las características intrínsecas del partido de Quilmes, su ciudad, las poblaciones vecinas y la comunidad toda, hasta pequeñas reservas que, a duras penas, prevalecen aunque en curso de desaparición.
Es en esta última variable que se ubica “Democracia y Tradición”. Este ensayo histórico sobre la fundación y primeros pasos del Círculo de Obreros Católicos pone en evidencia la energía transformadora del mutualismo en la Argentina, para elevar el bienestar material y espiritual. Movimiento social impulsado por la inmigración como lo fue en 1878, la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos “Cristoforo Colombo” y varios años antes, la pionera de este tipo de asociaciones en Quilmes que fue la Sociedad Protectora de Guardias Nacionales creada por el Dr. José Antonio Wilde en junio de 1873.
Estas instituciones tuvieron incidencia fundamental en el desarrollo de pueblos, barrios, ciudades y específicamente sobre la gente; en este caso, los inmigrantes que llegaron a Bernal entre fines del siglo XIX y la primera década del XX. La influencia calificada de sus líderes, la preponderancia de la religión católica - y dentro de esta la congregación Salesiana - en la colectividad italiana bernalense, las industrias que modifican el paisaje bucólico de la zona, el gremialismo y los partidos políticos de masas, la ley Sáenz Peña y, contextualizando, la movilización internacional que despliega el Manifiesta Comunista (1848) que el Vaticano demora en responder con la Rerum Novarun (1891)
El sociólogo estadounidense Charles Wright Mills en su libro "La elite del poder" (The Power Elite, 1959) escribe: “Los hechos de la historia son también hechos relativos al triunfo y al fracaso de hombres y mujeres. Ni la vida de un individuo ni la historia de una sociedad pueden entenderse sin entender ambas cosas. Pero los hombres rara vez son conscientes de la intricada conexión entre el tipo de su propias vidas y el curso de la historia del mundo.”
Félix Bernal, Nicolás Esandi, Francisco Fressone, Carlos M. Bo … “Apellidos y redes de familia vinculados entre sí ejercían la dominación política a traves de las instancias públicas”. Y sobre todo don Agustín Pedemonte, que resume en su pensamiento, en su actuación social – que Bonino cristaliza en una entrevista imaginaria - el ideario de una época, del sector socio-cultural de la inmigración que él representa, la esencia de su fuerza generadora de un cambio rotundo en la historia local.
El ensayo histórico comparativo que nos ofrece Alejandro Bonino actualiza y completa la abundosa historiografía de la zona sur bonaerense. Trabajo que suma un proyecto pedagógico ambicioso que pretende reforzar la identidad y el sentido de pertenencia

Prof. Chalo Agnelli
Docente, escritor, historiador
chaloagnelli@yahoo.com.ar
www.elquilmero.blogspot.com

domingo, 11 de septiembre de 2011

HISTORIA DE UN JUSTO HOMENAJE A DON AGUSTIN PEDEMONTE.

Los pueblos que veneran a sus antepasados preservan la identidad con la que se identifican las futuras generaciones. La comuna salesiana de Bernal no dejo que el pasado quede en el olvido, y en el año 1957 genero un hecho de justo reconocimiento al que consideran uno de los cristianos que mas colaboro con su obra. La iniciativa surgió de los hijos de Pedemonte, Gotardo y el Padre Luis, y apoyado por toda la comunidad. La idea era construir una cripta o santuario con los restos de Don Agustín y de su esposa Doña María Solari de Pedemonte en la Iglesia De La Guarda.
Para ello Gotardo pidió a las autoridades municipales el traslado de los restos de sus padres del cementerio de Ezpeleta. En la nota dirigida a las autoridades comunales justificando el pedido señala “mi señor padre fue uno de los mas antiguos pobladores de Bernal, donde vivió durante cinco décadas aproximadamente, llevando a cabo diversas obras de bien”; “ayudo a instalar en Bernal a los padres salesianos presidido entonces por Cardenal Juan Cagliero, colaboro en la construcción de la antigua Iglesia y en la instalación del seminario salesiano que tantos sacerdotes dio al país, fundo el Círculo de Obreros que cuenta con edificio propio levantado entonces por el, y propicio la creación de la Parroquia de Bernal”. Respecto de su madre Gotardo señala “colaboro en todas las iniciativas culturales y benéficas, de carácter social, popular, cívicas y religiosas”.




Para fortalecer el pedido de traslado de los restos ante el municipio, en nota correspondiente el entonces Inspector Salesiano Padre Ignacio Minervini señala “será un acto de justicia conceder el permiso, y que estos patriarcas queden bajo el amparo tutelar de la Sma. Virgen De La Guarda, advocación mariana que trajeron de Génova y que enseñaron a venerar a sus hijos y a todos los vecinos de su amado pueblo”.𧥲
Con motivo de llevar adelante este reconocimiento el Padre Luis J. Pedemonte escribe en 1957 una breve crónica sobre la Fundación de la Casa de Bernal en el año 1895; “el cólera en 1886 en Bs. As. provoca la dispersión de la gente hacia la campaña, y muchos vecinos compran terrenos (en Bernal) como el Sr. Pedemonte en el año 1887, carnicero del Mercado de Garibaldi”. Luego relata la forma en que dona los terrenos a los salesianos; Monseñor Cagliero con franqueza apostólica dijo; “Don Agustín la obra que los salesianos vienen a hacer aquí va a asumir dimensiones que Ud. No imagina. Vea, yo a ojos cerrados, guiándome de su hijo Luis para que no desvié la dirección, y caminare hasta que tropiece con algo, allí parare”. Y así Monseñor anduvo doscientos trancos largos en dirección este y oeste, luego señalo ”La Virgen, los Salesianos y el vecindario, no lo dejaran solo D. Agustín, vera usted la obra que se levantara”. Con los ahorros de la casa salesiana de La Boca y el aporte vecinal se levanto la Iglesia y el Colegio. En abril de 1894 se realiza la inaguración de la casa salesiana apadrinada por el Ministro del Interior Dr. Benjamín Zorrilla y el Gobernador Udaondo.
En diciembre de 1957 al cumplirse un nuevo aniversario del fallecimiento de Don Agustín se realiza la ceremonia del santuario que se ubica a la entrada de la Iglesia, luego se agregaran los restos del Padre Luis J. Pedemonte.